Uno de los grandes retos de la ciencia hoy en día es comprender cómo funciona nuestro cerebro. Esto nos permite entender, de una forma más clara, cómo éste percibe e interactúa con los espacios que habitamos.
Existe una parte de nuestro cerebro llamado sistema límbico, el cual se relaciona con la interpretación de datos sensoriales obtenidos de la neocorteza (la sección del cerebro donde se desarrolla el pensamiento), a este sistema también se le reconoce como el cerebro emocional. Además de estar relacionado con las emociones, también está directamente relacionado con la memoria, haciendo que recordemos con mayor facilidad espacios, momentos y sensaciones que nos han causado felicidad. Es por esto que cuando percibimos ciertos aromas, recordamos situaciones de la infancia, personas o lugares que hemos visitado, influyedo en nuestra percepción de un espacio, conectándonos y transportándonos a distintas situaciones que pueden generar cambios en nuestras emociones y conducta.
A su vez, se ha demostrado científicamente, a partir de estudios realizados a diversas comunidades, que los aromas pueden llegar a ocasionar efectos relajantes y estimulantes en las personas. De esta forma, surge la aromacología, una ciencia que se encarga de estudiar los efectos de los aromas sobre el sistema nervioso central; y la aromaterapia, una técnica que se encarga del extracto de aceites esenciales puros con efecto terapéutico. De esta manera, a partir de estos métodos, se determina que aún sin percibirlo, el aroma influye en tu percepción del entorno que habitas, cómo te sientes y comportas dentro de él.
¿Sabías que gracias a la aromaterapia y aromacología es posible reducir el nivel de estrés y ansiedad?
El estrés y la ansiedad constituyen problemas importantes que afectan no solo nuestra salud mental, sino también nuestra salud física, el estrés crónico puede agotar directamente el organismo y hacer que se enferme. La ansiedad, por su parte, puede surgir como una reacción normal a causa del estrés, ocasionando sentimientos de miedo, temor e inquietud, alterando nuestra conducta y nuestra salud física y mental.
Por medio de la aromaterapia y el uso de esencias naturales, se pueden intervenir espacios que nos ocasionan altos niveles de estrés y ansiedad. Un ejemplo de esto es el uso de la lavanda, la cual es capáz de reducir significativamente estos niveles y mejorar nuestro estado de ánimo, llegando inclusive a mejorar nuestra productividad en el trabajo y otras actividades. Esto sucede ya que algunos aromas como el de los aceites esenciales, estimulan el sistema nervioso simpático, alterando efectos fisiológicos como el ritmo cardiaco, la conducción de la piel, la presión arterial, la actividad eléctrica del cerebro y el proceso de aprendizaje, demostrando una reducción de la ansiedad en las personas sometidas al aroma de la lavanda.
Escrito por Karyme Barrios, Emotiva Arquitectura.
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